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Desde hace algunos años el agro peruano está viviendo una gran transformación, principalmente impulsada por las nuevas tecnologías. Es justamente esto lo que diferencia a la agricultura antigua de la moderna y Perú parcialmente ya es un país moderno en algunos procesos determinantes para la producción, pero aún antiguo en algunos otros igual de importantes.

Las empresas agrícolas van ampliando su paradigma respecto al uso de tecnología, sin embargo muchas veces impulsada por el dinero más que el buen criterio pasa a ser nociva para sí misma respecto del resultado que inicialmente se espera. Es así que algunas “grandes” empresas no avizoran en el horizonte que el gobierno de las tecnologías no pasa por tener un batallón de programadores en el área de tecnologías, sino justamente todo lo contrario.

Realizando un simple análisis de costo general en estas empresas se desprende un altísimo gasto en planillas de técnicos y programadores, que tornan todos los esfuerzos corporativos en soluciones provisionales de corto alcance y falto de visión, pues está claro que la mejora continua de los procesos de los sistemas NO es el core del negocio de las empresas agroexportadoras.

Está comprobado por algunas otras grandes empresas del sector, que la fortaleza de esta transformación está en no depender de personas que rotan o que requieren capacitaciones y formación sino en establecer alianzas estratégicas con quienes aportan categóricamente solución a los procesos y a los problemas del agro con el empleo de tecnologías modernas y que van en mejora continua, al Cesar lo que es del Cesar.

Tarde o temprano los sesgos se irán diluyendo y las empresas aún antiguas entrarán en una fase de transformación digital, pero ¿es esto realmente bueno para estas empresas con un gran pasivo interno que entran en la liga muchos años después que sus principales competidores?

La gran diferencia entre la tecnología agrícola antigua y la moderna radica en las verdaderas soluciones a los problemas y a los procesos que se van perfeccionando, muchos ya conocidos en un sector tan potencial como el de la producción. Hoy ya existen opciones, algunas mejores que otras (y alguna otra mediocre) pero la clave de éxito está en hacer la elección correcta, así poder competir en una carrera ya comenzada. El desarrollo del agro Peruano ya está entrando al siguiente nivel y AGRO+ es uno de los mejores y principales impulsores de ello.